Cuando vi este vídeo con ese titular tan escandaloso que acabo de poner al artículo me eché las manos en la cabeza… todos mis pensamientos se fueron a esas familias alemanas que trabajan en Sennheiser o los simpáticos australianos de Rode… ¿qué iba a ser de ellos? Una caja de cerilla y unos lápices iban a ser los culpables de la mayor crisis en la industria del sonido del presente siglo…
Menos mal que tras esta reflexión le di al play y vi el vídeo… vaya “trabajera” que tiene… Alemanes, australianos, respirad tranquilos.