Hace poco más de un mes fue un problema con los cristales que recubrían el sensor y ahora, parece ser que el problema es que los sensores que les envían no pasan un correcto control de calidad en origen debido a que las máquinas que usan no estaban correctamente calibradas para sensores en color, lo estaban para sensores en blanco y negro y para uso científico.

Además de que el sensor no cumple el estándar de calidad de Blackmagic, solo 4 de 30 sensores lo hicieron,  el siguiente problema surge cuando su proveedor une el cristal, ya sin contaminación, al sensor. Por un lado tienen un cristal sin contaminación, por otro lado un sensor correcto, ¿y qué es lo que pasa? que cuando unen ambas piezas es cuando vuelve a aparecer la dichosa contaminación. Para tirarse de los pelos.

Parece que la solución está cerca puesto que, ahora si, el problema está totalmente localizado. A principios de la semana que viene probaran nuevos sensores y actualizarán los plazos de entrega de los equipos pendientes.

Si queréis leer la explicación completa podéis hacerlo desde el foro oficial de la marca.

Blackmagic ha lanzado una cámara revolucionaria, pero quizás adelantar los lanzamientos y crear expectativas sin tener el producto, ni mucho menos acabado, no es bueno.